Ciudad de México.- Tamaulipas brilló en el magno Desfile Internacional del Día de Muertos en la Ciudad de México, compartiendo ante los miles de espectadores y asistentes que lo disfrutaron una representación alegre, orgullosa y colorida de su cultura, música y tradiciones que le distinguen y convierten en la Sorpresa de México.
Integrantes del Ballet Folklórico Tamaulipas, fueron los dignos embajadores y representantes de las riquezas tamaulipecas presentadas en el recorrido que abarcó las calles del centro, pasando por el Zócalo y terminando en la zona de Polanco.
Fernando Olivera Rocha, secretario de Turismo estatal, agradeció a los jóvenes bailarines y músicos su participación y empeño mostrado durante el desfile, que se ha convertido en un atractivo no solamente nacional, sino de talla internacional, desde su implementación hace algunos años.
Rodolfo Antonio Rivera Montoya, director del Ballet Folklórico, expresó que la agrupación dancística que dirige tiene 35 años de existencia promoviendo la cultura de Tamaulipas. Esto les ha permitido viajar desde hace 20 años a diferentes países, llevando el folklor y el orgullo de ser tamaulipecos a destinos como España, Francia, Italia, Portugal, Colombia, Costa Rica, por mencionar algunos.
“Esta tarde ha sido majestuosa porque, gracias a la secretaría de Turismo del Gobierno del Estado de Tamaulipas, hemos sido la representación en la máxima celebración que tenemos los mexicanos, como lo es el emblemático Día de Muertos”, señaló.
“Para nosotros la ovación en estas avenidas tan inmensas, sentimos como ese mar que se desborda, en esta ocasión en alegría, emoción, vivas para Tamaulipas y es parte de lo que deseamos, seguir enalteciendo a nuestro hermoso estado”, finalizó Rivera Montoya.
En el magno Desfile Internacional de Muertos en la Ciudad de México, los participantes por Tamaulipas presentaron una alegoría “Camino al Puerto”, donde fue la representación de un buque que arriba de altamar, con una tripulación importante conformada con almas que llegan del más allá, siendo guiados a su destino por el bullicio y la alegría que caracterizan a los tamaulipecos.
