Camargo: Las lluvias registradas en días pasados, dan un respiro a los ganaderos de la región ribereña, porque para ellos la sequía que padecieron queda atrás dejándoles una esperanza en el campo con pastizales verdes y las represas a buen nivel de agua.
Ahora que los pastos reverdecieron y se desarrollan favorablemente en los ranchos ganaderos, las pacas de pastura, no sólo tienen menos demanda, sino que además, sus precios se desplomaron.
Al terminar la emergencia entre los productores de carne, por lo pronto sus animales tendrán agua y comida para los siguientes meses.
Y de continuar las precipitaciones durante la temporada, como todo parece indicar, llegarán los tiempos de bonanza para los ganaderos, aunque sea sólo durante algunos meses.
Por lo pronto, ya hay agua y comida para los hatos, y se espera que los animales se repongan y se reproduzcan satisfactoriamente.
El dirigente campesino, Argelio Sáenz Ramírez, comentó que aun cuando los ganaderos no han recibido los mismos apoyos que años anteriores, con las recientes lluvias, cuando menos les cambia el panorama.
Teniendo alimento y las presas llenas, los productores de carne, ya no tendrán que desembolsar tantas cantidades de dinero, por concepto de pacas de pastura o y el acarreo de agua.
Sin embargo, a quienes no favorecieron del todo en las pasadas lluvias, fue a los productores de rollos o pacas de pastura, pues de un día para otro, se desplomó la compra del forraje.
Y lo que es peor, al haber disponibilidad de forraje, los precios de las pacas se redujeron, para beneficio de los ganaderos y perjuicio de quienes fabrican las pacas.