Un grupo de pastores de iglesias cristianas de la Ciudad acudieron a la Presidencia Municipal a entregar un oficio a la Alcaldesa Maki Ortiz Domínguez donde, pide esencialmente, que intervenga para que
Un grupo de pastores de iglesias cristianas de la Ciudad acudieron a la Presidencia Municipal a entregar un oficio a la Alcaldesa Maki Ortiz Domínguez donde, esencialmente, piden que intervenga para que también los cultos religiosos sean considerados esenciales.
Jonathan Luna, representante de la Cámara de Ministros de Culto del Noreste, Alejandro Romero y Mario Pérez, en representación de al menos 300 pastores más, entregaron el documento.
Entrevistados antes de subir al segundo piso de la Presidencia, dijeron que históricamente la Iglesia ha contribuido al desarrollo de la sociedad, ha estado presente cuando ha habido huracanes e incendios.
“Los pueden ver continuamente, compartiendo alimentos en los hospitales. Siempre hemos dado un paso al frente y ante esta situación no podemos quedarnos de lado”,-apuntó Jonathan Luna.
Dijo que están conscientes de los tiempos que se viven y con las indicaciones de la Secretaría de Salud, “pero simplemente tenemos que llevar a cabo nuestro trabajo, como lo están llevando a cabo otras organizaciones, como los supermercados, que siguen trabajando con la debida precaución. La Iglesia tiene que seguir funcionando con la debida precaución. Tenemos claro que estamos viviendo una nueva normalidad y tenemos que responder a esa nueva normalidad”.
La petición es que puedan seguir participando, no tener información a través de intermediarios y poder tener un canal confiable con las autoridades, que no dé espacio a las malas interpretaciones.
Portando camisetas negras con el hashtag #LaIglesia Esencial, pidieron por parte de las autoridades una declaración de esencialidad.
“Si la cerveza ya es esencial, ¿por qué no la iglesia?”,-señalaron.
“En las últimas semanas hemos visto con tristeza cómo los diferentes órdenes de Gobierno pasaron por alto el reconocimiento del trabajo de la Iglesia como esencial para nuestra comunidad”,-indica el texto introductorio de la primera página de diez que incluye la petición.
-La Iglesia es esencial porque se dedica naturalmente a provocar la salud física, mental y espiritual de todas las personas.
-La Iglesia es esencial porque estamos en la misma lucha que las instituciones de salud y de desarrollo familiar y social, sólo que lo hacemos atendiendo primordialmente el alma.
-La Iglesia es esencial porque la OMS recomienda que las políticas nacionales deben ocuparse no solo de la ausencia de las afecciones físicas; también de la salud mental de los habitantes mediante programas y sectores no gubernamentales.
-La Iglesia es esencial porque la Carta de los Derechos Humanos le pide al Estado que otorgue servicios de salud profesionales, idóneos y responsable. Dentro de cada templo hay profesionales en el cuidado de la salud participando por convicción en esta tarea. Hacer a un lado a la Iglesia es un descuido que no debe repetirse. Los efectos de un aislamiento social y un resguardo domiciliario se están palpando.
Estas son algunas de las consideraciones que argumentan en el oficio.
Adicionalmente, Mario Pérez, pastor de la iglesia Alianza Cristiana, apuntó que durante el período de aislamiento social se ha incrementado la violencia intrafamiliar en los domicilios.
Consideró que después de que pase la contingencia, allá por el mes de agosto, muchos niños y mujeres deberán ser atendidas por especialistas en salud mental para superar los problemas generados por esta reclusión domiciliaria forzosa.
En la mesa de recepción de la Presidencia Municipal entregaron una copia del documento, y otra en la Secretaría del Ayuntamiento.
También solicitaron una próxima audiencia con la Alcaldesa Maki Ortiz Domínguez a fin de reforzar la petición para que se les reconozca la calidad de actividad esencial, puesto que recientemente hasta a la venta de cerveza se le reconoció dicho estatus.
Las iglesias cristianas quieren retornar a la normalidad con las debidas precauciones,-finalizaron.
