La ex alcaldesa de Reynosa demandará a un medio por difamarla y calumniarla sobre su supuesta injerencia en el paro de maestros que afectó a casi un millón de estudiantes.
Reynosa, Tamaulipas. Maki Esther Ortiz Domínguez, ex alcaldesa de Reynosa, publicó en su Facebook personal un pronunciamiento en el que niega rotundamente tener algún tipo de participación en el conflicto educativo que se vivió en Tamaulipas durante las últimas semanas.
“Uno en este ambiente político soporta muchas difamaciones y muchas dejo pasar porque al dedicar mi vida a servir a los demás prefiero concentrarme en ayudar que en estar atendiendo mentiras. Pero esta si no la puedo dejar pasar porque es una mentira, es calumnia y difamación, en algo tan delicado como la educación de nuestros niños y jóvenes”, escribió Ortiz.
La ex funcionaria se refirió a una publicación de un medio local que la acusó de patrocinar el movimiento de maestros que dejó sin clases a casi un millón de estudiantes en el estado, así como de intervenir con el gobernador Américo Villarreal y el líder sindical Arnulfo Rodríguez Treviño para solucionar el conflicto.
Ortiz rechazó haber visto al gobernador o al líder sindical recientemente para este o algún otro tema, y afirmó que su deseo siempre ha sido que le vaya bien a la educación por el bien de los niños y jóvenes de Tamaulipas, asimismo, anunció que pondrá una demanda contra el medio y su autor por mentir y difamarla.
La libertad de expresión al escribir es un derecho fundamental que permite a los periodistas informar sobre temas de interés público con veracidad, objetividad y responsabilidad.
Sin embargo, este derecho tiene sus límites cuando se vulnera la dignidad, la honra o la reputación de otras personas con falsedades, injurias o calumnias.
El periodismo debe basarse en hechos comprobables, fuentes confiables y contrastes de información, no en rumores, especulaciones o intereses personales o políticos.
Cuando un periodista miente o difama a alguien con su escritura, no solo incurre en una falta ética sino también en una posible responsabilidad penal o civil.
La persona afectada por un mal periodista que sin escrúpulos lo calumnia o difama tiene derecho a defenderse y a exigir una rectificación o una reparación del daño.
Para ello, puede acudir a las vías legales correspondientes, como presentar una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) o una demanda ante un juez civil.
La libertad de expresión al escribir es un valor esencial para la democracia, pero también implica una gran responsabilidad social.
Los periodistas deben ejercerla con respeto, rigor y profesionalismo, sin caer en el sensacionalismo, la manipulación o la desinformación.
Así se contribuye al fortalecimiento de la cultura cívica, el debate público y el derecho a la información de la ciudadanía.
