Los recientes actos de violencia y la inacción del gobernador frente a la creciente inseguridad tienen en jaque a los ciudadanos y empresas de la zona fronteriza.
Nuevo Laredo, Tamaulipas, 1 de agosto de 2024. El estado de Tamaulipas ha estado en el ojo del huracán debido a su alarmante incremento en la inseguridad, especialmente en los municipios del norte. A pesar de la grave situación, el gobernador parece más enfocado en una persecución política contra alcaldes y funcionarios locales, incluyendo aquellos que lo apoyaron para ganar la gubernatura, que se pensaba perdida frente a César “El Truko” Verástegui y el Clan Cabeza de Vaca, en lugar de atender la problemática de violencia que aqueja a la región.
En días recientes, se ha reportado el cierre de 191 tiendas de conveniencia y 7 estaciones de gasolina de FEMSA en Nuevo Laredo, a esta medida se han sumado las cadenas Smart, Chedraui y Coppel, quienes también han anunciado el cese de actividades en la franja fronteriza debido al cobro de cuotas por parte del crimen organizado. La Secretaría de Seguridad Pública Estatal, sin embargo, permanece en silencio.
El martes pasado, la violencia alcanzó un nuevo nivel con el asesinato de Julio Almanza Armas, presidente de la Fecanaco, a pocos metros de su oficina en Matamoros. Conocido por su frontal oposición al cobro de “piso” y el tráfico ilícito de combustible, Almanza Armas había denunciado públicamente estos delitos, tocando fibras sensibles que aparentemente le costaron la vida.
Mientras tanto, en Reynosa, el gobernador presentó nuevas patrullas y un helicóptero destinados a combatir la inseguridad entre Río Bravo y Reynosa. Sin embargo, los enfrentamientos entre grupos criminales y los casos de robo de vehículos y desapariciones han aumentado. Recientemente, un maestro secuestrado fue liberado tras la intervención de un colectivo de búsqueda, quienes prefirieron acudir a los criminales antes que al gobierno. Este incidente, que sugiere la posible complicidad de las autoridades, no ha sido comentado por la Secretaría de Seguridad Pública Estatal.
A pesar de estas evidencias, el Secretario de Seguridad Pública Estatal, Sergio Chávez García, declaró en una entrevista que la percepción de seguridad ha mejorado en Tamaulipas. Mencionó avances en ciudades como Nuevo Laredo, Reynosa, Ciudad Victoria y Tampico, asegurando que la violencia ha disminuido desde la llegada del gobernador Américo Villarreal Anaya. Estas afirmaciones contrastan fuertemente con la realidad que viven los ciudadanos diariamente.
La inseguridad en Tamaulipas es un tema que seguramente estará en la agenda de la presidente electa Claudia Sheinbaum y su próximo Secretario de Seguridad Pública Nacional, Omar García Harfuch. La gravedad de los hechos violentos en el estado requerirá acciones contundentes, ya que Tamaulipas se desmorona en términos de seguridad mientras el gobernador permanece inactivo.
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