La situación de salud mental en Tamaulipas se vuelve alarmante: en menos de 24 horas, seis personas han decidido terminar con sus vidas. La crisis emocional, la depresión y las adicciones, los factores más recurrentes.
En un dramático giro de los acontecimientos, ayer el estado de Tamaulipas ha registrado seis suicidios en un lapso de 24 horas, resaltando la urgente necesidad de atender la salud mental y emocional de su población. Las autoridades estatales han confirmado que los trastornos mentales fueron un factor clave en todos los casos, los cuales se distribuyeron en varios municipios de la región.
El primero de los suicidios ocurrió poco después de la medianoche, a las 00:13 horas en el municipio de Camargo, al noreste del estado. Mario “M”, un hombre de 54 años, fue hallado colgado frente a su domicilio en un terreno baldío. Según declaraciones de su esposa, Mario había llegado horas antes visiblemente estresado, repitiendo que deseaba “perderse”. Tras salir nuevamente de su casa, su cuerpo fue encontrado sin vida. Este trágico inicio marcó lo que sería una cadena de suicidios que conmocionaría al estado.
Horas más tarde, a las 4:00 de la mañana, en Ciudad Madero, Ángel “P”, de 23 años, se quitó la vida en su hogar. Momentos antes, en un estado de profundo dolor, le pidió perdón a su pareja por las consecuencias de sus adicciones. Según los reportes, las adicciones que sufría habrían sido el principal detonante para su decisión final.
Nuevo Laredo fue testigo de otro suceso trágico cuando Oscar Gabriel “N”, un camionero de 28 años, decidió acabar con su vida en una bodega ubicada en la carretera a Piedras Negras, Coahuila. Lo que parecía ser una discusión común con su esposa e hijo, quienes lo acompañaban en ese momento, terminó en un estallido de ira que llevó al chofer a salir del camión y suicidarse.
Matamoros, en tanto, registró dos casos de suicidio en la misma jornada. El primero fue el de Ana María “C”, una mujer de 26 años que, tras sufrir una severa crisis nerviosa, terminó con su vida. El segundo caso, ocurrido a las 13:30 horas, fue el de Juan Antonio “P”, quien, tras un episodio de depresión debido a problemas familiares, amarró un cable a su cuello y se colgó de una ventana en su domicilio. Al parecer, el hombre se encontraba devastado porque su exesposa le había impedido ver a su hijo, después de que él no cumpliera con el pago de la manutención.
El último caso registrado de este fatídico día fue el de Dayan Niño, un médico de origen cubano que residía legalmente en Ciudad Madero. Según la versión de su esposa, Dayan había caído en una profunda tristeza al no poder ejercer su profesión médica en México. A pesar de tener la residencia legal, su situación laboral lo obligaba a trabajar como cargador en un mercado de abastos, lo que generaba un sentimiento de frustración y desesperanza que terminó en suicidio.
Las autoridades estatales, a través de la Fiscalía de Tamaulipas, han tomado conocimiento de cada uno de los casos, y se han ordenado las respectivas autopsias para esclarecer los hechos. Sin embargo, más allá de los informes oficiales, estos suicidios resaltan la vulnerabilidad mental y emocional de muchas personas en el estado, quienes, atrapadas en situaciones de depresión, ansiedad o adicciones, no encuentran salida a sus problemas.
Este trágico episodio pone sobre la mesa la necesidad urgente de reforzar los programas de atención a la salud mental en la región. Las cifras de suicidios van en aumento, y los trastornos mentales, muchas veces no diagnosticados o no atendidos adecuadamente, son cada vez más comunes en la población. Se requiere un esfuerzo conjunto entre autoridades, organizaciones de salud y la sociedad para prevenir estas tragedias.
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